miércoles, 3 de junio de 2009

ECOS DEL FUTURO: Historia de Neuman (Parte I)

Preámbulo. (No habrá introducción.)

Un poco cansado por la sucesiva irrupción en escena de personalidades entrañables, pero sensibleras (una pizca de sentimiento es aceptable, incluso agradable, pero más allá es, ciertamente, intolerable y soez) Herr Profesor decide tomar el mando y se dispone a narrarnos las peripecias de Neuman, gran escritor y viajero del tiempo futuro.

Sin más preámbulos cedo la palabra y me postro ante Herr Profesor. Muestren respeto ante su persona pero, sobre todo, ante la agudez de su mente. Las ovaciones son opcionales, los actos de humillación ante él, imprescindibles. Guarden un profundo silencio. De lo contrario, serán expulsados. Absoluta, completa e irremediablemente expulsados. De forma definitiva. Saboreen el magnetismo de su actitud y disfruten de sus gestos medidos. Quizá nunca vuelvan a ser testigos de algo así.

No conozco a Neuman. Nunca he tratado con él ni conozco a nadie que lo haya hecho. No he tratado con nadie que conozca nada de su notable obra literaria. Nunca he logrado encontrar ningún libro suyo en una estantería y dudo mucho que nadie lo haya hecho. Nadie me ha sabido hablar de la enorme influencia que tuvo este gran genio entre todos sus contemporáneos, tanto a nivel artístico como a nivel vital. Y, de hecho, no he sido capaz de encontrar a ninguno de esos contemporáneos suyos, que tanto le deben.

Lo que sí conozco es su historia. La historia de Neuman, el veloz viajero del tiempo futuro. Y a partir de este momento, muchos otros la conocerán. De esta forma, tal vez comencemos a descubrir sus libros en las estanterías. Quizá alguno recordará haber leído, cuando era joven, uno de sus famosos relatos y haber sentido como algo se ponía erecto en su interior; por primera vez en su vida. Por fin, un editor recordará súbitamente lo satisfecho que quedó cuando, hace ya mucho, publicó una recopilación de los trabajos de la primera etapa de Neuman, en una magnífica edición que supuso un gran éxito de ventas para su, hasta entonces, modesta editorial. Y, con el tiempo, aparecerán numerosas muchachas que afirmarán orgullosas haber recordado las gloriosas y agotadoras veladas que pasaron con el genial escritor.

Y así, tal vez, Neuman acabe por aparecerse ante nosotros y nos salude de forma efusiva. O quizá nos insulte y nos regale un sonoro corte de mangas o una bonita bajada de pantalones. Haga lo que haga, será bueno. Muy bueno.

2 comentarios:

  1. Esto promete, sí señor. Ahora mismo me voy a la biblioteca a ver si encuentro rastros de Neuman. Algo tiene que haber y si no, tal vez una hermosa muchacha me pregunte ¿qué buscas? y yo le diré: A Neuman, y la empresa de encontrar/construir/convocar a Neuman tendrá una nueva adepta.

    Bravo por Herr Profesor ante quien aprovecho para humillarme, del todo y definitivamente.

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  2. HUMILLÉMONOS ANTE HERR PROFESOR... no sé si es necesario pero sí mucho más fácil y menos traumático que sentirse humillado por él en persona.

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